

Por Richard Alexander Rodríguez Moscoso, Coordinador General CTM *

Se ha dicho que una misma persona no puede cumplir 20 años dos veces, pero esta afirmación se cae de un modo fácil: se pueden cumplir esos años dos, tres cuatro o más veces. Hoy, por ejemplo, es la segunda vez que cumplo 20 años. Y no me refiero a una edad sumada de 40 años; es simplemente que alguna vez cumplí 20 años de haber nacido en mi hogar paterno, y hoy cumplo 20 años de haber nacido como docente e integrante de la Familia Tercer Milenio.

Fue el domingo 11 de marzo de 2001 cuando recibí la llamada de la Maestra de Maestras Gloria Herrera, quien había sido mi rectora en el colegio Ciro Mendía y en la sección nocturna de la I.E Pedro Luis Álvarez, y quien en ese momento laboraba como coordinadora del Colegio Tercer Milenio, para preguntarme si me interesaba hacer parte del equipo de docentes. A mi respuesta afirmativa, me comprometió a estar pendiente de la llamada del rector en ese momento, Orlando de Jesús Grajales, quien el mismo día me asignó grupos y horario laboral a partir del día siguiente, lunes 12 de marzo. Allí comenzó esta gran aventura en el CTM, con muchas más satisfacciones que desengaños, con demasiados logros institucionales y personales y, sobre todo, con la satisfacción de pertenecer a esta gran familia milenista que me acogió con todo su amor y comprensión.


Son 20 años de labor ininterrumpida en el colegio, comenzando como docente de matemáticas en los grados superiores. Igualmente, combinando esta labor con la jefatura de área hasta el año 2009, y las coordinaciones Académica, de Convivencia y General desde esa fecha hasta el día de hoy, siempre conservando mi espíritu y mi labor de docente que ha sido algo primordial en mi vida.
Durante este tiempo, la vida y mi Padre celestial me han permitido ver y participar en el crecimiento de esta gran institución. Es una bendición cuando uno ve crecer a su familia pese a los momentos de crisis y amenazas a las cuales se ha visto expuesta, pero con el aporte de todos y el gran sentido de pertenencia de toda la comunidad, hoy puedo afirmar con gran orgullo que pertenezco a una de las mejores instituciones educativas del país y con mejor proyección futura en todos los aspectos.
Agradezco primeramente a quienes han sido mis estudiantes en el CTM y me han permitido aportarles un granito de arena en su formación, que a Dios gracias se ve reflejada ya en grandes profesionales, estupendos padres y mejores personas; y a los que aún están en ese proceso de formación académica, que se avizoran como profesionales de grandes condiciones humanas.
Agradezco a todos mis compañeros profesores, que me han acompañado desde mi labor docente hasta mi labor administrativa-docente, poniendo todo de sí para que los proyectos institucionales se vayan realizando uno a uno con una calidad relevante en todo momento; a todos los directivos actuales y personal de apoyo, que, sin su aporte, hubiera sido imposible llegar hasta donde vamos: Lady, Luis David, Olguita, Natalia, Liliana, Cristian Blandón. Igualmente, a todos mis excompañeros y directivos como Efraín Henao, Orlando Grajales, Jorge Cano, Eliana Estrada, Jerson Parra y mi gran apoyo espiritual desde el ser de maestro, Doña Gloria Herrera, entre otros.



Cómo no agradecer a mi familia cercana, mis hermanas Vicky y Silvia y a mi hijo Sebastián, quien siempre supo comprender que mis ausencias se debían a mi entrega a la labor que también contribuiría a su formación y poder tener las posibilidades de llegar a ser hoy lo que es: un gran profesional, buena persona y mejor hijo.
Con mucho entusiasmo recibo el inicio de mi participación en el año 21 en el colegio, con la convicción de que hasta el último día que las circunstancias o decisiones propias me permitan estar en él, entregaré todo mi ahínco para que tan amada institución siga sus rumbos, paseándose frondosamente como el mejor de los trasatlánticos que va de puerto en puerto mostrándoles a todos sus tripulantes, pasajeros y demás viajeros que hay lugares a los cuales es posible llegar, y en los cuales se encuentran magnitudes enriquecedoras de aprendizaje y conocimiento constante que llevarán a todos a ser mejores cada día.
En agradecimiento a todos los que han compartido conmigo parte o la totalidad de estos 20 años en el Colegio Tercer Milenio. Un Dios les pague.
* Palabras compartidas por nuestro Coordinador General en la celebración de sus 20 años de carrera docente y directiva en el Colegio Tercer Milenio.